El manual del perfecto seductor. No existe el hombre perfecto, ni todas las mujeres son iguales, pero hay pautas que nunca fallan para ser seductor. La principal de todas ellas: confianza en uno mismo.
Conquistar a una mujer es para muchos hombres una tarea hercúlea. Cada mujer es diferente, con gustos y ambiciones diferentes, pero hay unas pautas que todo hombre puede seguir para alcanzar el éxito sentimental y llegar a ser el perfecto seductor.
Mario Luna, fundador de Seductores Científicos nos detalla un decálogo de conquista que tiene como piedra angular seducirse a uno mismo. Para ser un perfecto seductor, estar a gusto con uno mismo es fundamental.
El decálogo se basa en activar lo que Mario Luna define como el punto GG (ganador-ganable). «Ella tiene que saber que está ante un ganador al que puede ganar». Alguien que merece la pena, pero que sea alguien al que pueda completar. Cada «mandamiento» funciona con sinergias entre sí, aquí verás cómo ser un perfecto seductor.
Disfrutar el proceso de llegar a ser un perfecto seductor
Este primer paso trata de desarrollar eso que definíamos como seducirse a uno mismo. «Es una actitud. Se trata de disfrutar, y no tiene nada que ver con manipular y luego ser un desgraciado». Disfrutar del proceso es el primer paso para tener posibilidades de ganar. «Un ganador lo es porque nunca renuncia a vivir estimulado». Se trata en definitiva de una actitud ante la vida. Un Casanova nace, pero también se hace.
Una actitud positiva y una autoestima alta no sólo te hace más ganador, sino que te hace más ganable. Pero no vale ser un perfecto seductor, cosa que no existe, porque ella «tiene que sentir que te puede completar. Tiene que percibir un punto de vulnerabilidad, que no debilidad».
«Disfrutando del proceso ya eres un ganador. Si te lo pasas bien ella siente que te está ganando. Ella siente que es especial, y que te gana con algo que no tiene otra mujer».
Impón tu presencia
Este punto se refiere a cuidar tu aspecto, pero también tu actitud. Tu voz, tus gestos… la presencia es todo lo que haces con tu cuerpo. La comunicación corporal es extremadamente importante. «Tu presencia ya tiene que aportar algo distinto y ligar con tu comportamiento».
Para ser un perfecto seductor, tu presencia estará muy condicionada por el lenguaje no verbal. «Debes ser capaz de dominar tus emociones y no ser víctima de ellas». Esto guarda relación con el principio básico: seducirse a uno mismo. Pero en ese proceso de gustarse, ¿cómo no cruzar la línea hacia la prepotencia? Sencillo, basta con ser sincero y actuar con seguridad. «El prepotente en realidad es inseguro, se dedica a compensar. La verdadera seguridad no tiene miedo de mostrar vulnerabilidad».
Tócala
«La barrera física la creamos nosotros. ¿Cómo te va a besar si no la has tocado?». El contacto físico forma parte de nuestra comunicación, debe apoyar lo que decimos. Éste debe producirse de forma natural, tienes que estar relajado y no debe ir desincronizado con lo que dices. No pueden ser gestos extemporáneos. Ese toque intencional debe ser sugerente y delicado, una caricia.
Un ganador es protector y dominante, «pero un dominio suave y arropador, pero a la vez firme». Si tu contacto es flojo y timorato la vas a repeler. Ella sentirá que te gana porque todo fluye de manera natural. De nuevo en este punto debe tratarse de una actitud, «tocar a todo el mundo para que siempre te salga natural».
Créetelo
Un ganador es el elegido que se elige a sí mismo. «No esperes a que llegue ningún Morfeo a señalarte con el dedo. Tú tienes que creer en ti mismo». Creidillo pero no prepotente. Tienes que gustarte, porque si te crees repulsivo la vas a contagiar. Pero si te crees intocable, surge la guerra de egos.
«Un ganador no se regala», tiene que valorarse siempre, también cuando está solo. «No se trata de fingir, sino de evolucionar». Si tú te lo crees, te relajas, y eso afecta a todo lo demás. «Haz como que te lo crees hasta que te lo creas de verdad».
Habla desde ti, como un perfecto seductor
Hablar desde la experiencia, con mucha relevancia emocional, tocando sus emociones. «Un ganador no informa, conmueve»
Habla en positivo. Dar pena nunca funciona: «si no es ganador, no lo digas. Filtra lo que ha ocurrido y transmítelo con mentalidad positiva». Te hace ganable porque hablas con el corazón y ella conecta emocionalmente contigo.
Explota su HADA
Primer debemos definir qué es el HADA: Lo que Hace, lo que Aparenta, lo que Dice, lo que Ambos compartís. Su HADA te susurra, y su belleza te grita. Mujeres atractivas hay muchas, por lo que «hay que bajar el volumen de su belleza, apagar su atractivo y empezar a prestar atención a lo que la hace especial y única: sus gestos, su voz, sus tics. Sus aficiones, sus planes. Su HADA nos impacta
Prestarle atención te hace ganador. «Lo que más le pone de ti es lo que más te pone de ella. La heroína se recrea en saber lo que al héroe le gusta de ella».
Escala o siembra
«Tú eres Cristiano Ronaldo porque cuando hay hueco chutas a gol. Un ganador jamás pierde el tiempo». Hay mujeres que dan menos señales. Ve intentándolo, y si no se va es que le gustas. «Escala, no le des a ella toda la responsabilidad porque ellas rara vez dan el primer paso». Cuando escalamos lo hacemos como premio. Es resultado de su mérito. Nos ha conquistado.
Siembra. Somos agricultores, no cazadores. Entiende su necesidad emcional y «que no te afecte un primer rechazo. Solo existe el rechazo transitorio».
Deséala sin necesitarla. Ella quiere ver que no la necesitas, que puedes vivir sin ella. No va a molestarse en ganarse a un tio que transmite una sensación de que todo le vale.
Tradúcela
Presta atención a sus emociones, no a sus palabras. Un perfecto seductor habla desde su experiencia y le hace ganable porque ella sabe que habla su idioma. Un sencillo ejemplo de esa traducción: «Cuando ella te dice «eso se lo dirás a todas» te está pidiendo que la hagas sentir especial, única».
No te esfuerces en ser un perfecto seductor
Todas las cosas chulas parece que se hacen sin esfuerzo. Ella debe sentir que estás dispuesto a perderla en algún momento: «si no te puede perder, no eres ganable, eres regalable».
Un ganador, un perfecto seductor, impresiona por no necesitar impresionar. «Quita importancia a tus atributos y que estos se muestren con naturalidad». El hombre típico se esfuerza por encajar y a la legua se le ve necesitado. Todo debe fluir con naturalidad, no estés pendiente de gustar.
Haz que te resbale
No hay que venirse abajo, que no te vea débil. Hay que transmitir que, en cierto modo, te da igual el resultado. «No salgo a ligar, salgo a mejorar. Antes o después va a llegar el éxito». No arrastrarse, lo huele y pierdes puntos.
Lo importante en un perfecto seductor es tu reacción ante su reacción. «Las mujeres a veces buscan tu debilidad, pero si a cada «ataque» suyo no te derrumbas, te desmarcas de otros hombres que se derrumbaron.
Fuente: http://bit.ly/MxBVOk
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Gracias por la ayuda,me interesa mucho, la pondré en práctica, saludos desde Bucaramanga Colombia,